Hoy he leído un artículo en la red que me ha dejado patidifusa en el que se vuelve a tratar el ya de por sí trillado tema de las películas de Disney protagoniazadas por princesas y su evidente contenido machista; asunto que, por cierto, parece que se ha puesto de moda repentinamente.
Así que he decidido escribir mi propia opinión ya que, sinceramente, esto empieza a ser un poco repetitivo.
- Uno de los primero puntos que se trata son las relaciones entre las mujeres:
He ahí el gran quid de la cuestión: nuestras mentes de niñas habrían crecido fatalmente empobrecidas respecto a las relaciones con nuestro propio sexo, si la única fuente de información hubieran sido las películas Disney que veíamos. Es una manera de simplificarnos. Es una manera de reducirnos,[...], a meros acólitos de los hombres.
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Pero, ¿no habíamos señalado y criticado que en dichas historias no se ilustraban relaciones entre mujeres? Pues sí: de hecho, esta es la única que se ilustra, y es de naturaleza tan insultante que reduce todo el contacto posible entre féminas a sentimientos como la envidia, los celos y la competitividad.
Veamos, yo creo que todas nosotras de niñas hemos tenido amigas por mucho que en las películas Diney aparezcan la protagonista y su correspondiente antagonista, que no tienen una buena relación, precisamente. Respecto a la razón, pues bueno, es que realmente ¿Dónde vas a meter a una amiga? ¿Qué papel va a jugar? Pongamos el ejemplo de Blancanieves, ¿De donde sacas a la amiga si en el palacio viven ella y su madrastra (Y el servicio, se supone)? Vale que en ocasiones, por ejemplo Cenicienta, en vez de amigas humanas tiene amigos animales como son pájaros y ratones, pero hemos de tener en cuenta que estas películas son
para niños y niñas, por lo que siempre resultará más llamativo para ellos el hecho de que salgan animalitos bailarines que hablen.
Por otro lado, viendo las cosas que se ven por Internet, las princesas de los diferentes parques temáticos se muestran de los más cariñosas con las niñas, por supuesto, es su trabajo, pero igualmente les están dando un mensaje positivo respecto a las relaciones entre las mujeres.
- El tema del amor a primer vista, el matrimonio con un príncipe y el quedar relegadas a meras acólitas de los hombres:
Continúa también el concepto de amor a primera vista: el príncipe convoca un baile al que asistirán todas las damas casaderas del reino para así poder escoger a la que más le guste (muy equitativo todo) y, por supuesto, terminar escogiendo a nuestra Cenicienta.
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Al margen de esta, Aurora (que así es como se llama) posee otra ventaja evidente con respecto a las anteriores: no se tiene que molestar en buscar al príncipe de sus sueños porque la comprometen con él cuando apenas acaba de nacer. ¡Hurra!
Esto es entrar en el tema de siempre que viene a englobar las elevadas expectativas de las mujeres respecto a los hombres y el mire usted que se acaban de ver y ya es amor a primera vista.
Son cuentos para niños, por lo que cuanto más simple mejor para ellos.
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| La Bella Durmiente - Gustave Doré |
Son cuentos clásicos que rondan el siglo XIX (O incluso fechas anteriores) cuyas versiones orginales son muchísimo más escabrosas y que han sido escritos con la mentalidad de la época, y me remito a clásicos como los de Jane Austen donde queda de relieve el hecho de que lo que primaba era cazar a un marido que tuviera una buena renta (Aunque ella lo trate en un tono sarcástico, claro).
Estos cuentos clásicos han dado lugar a las películas, que realmente son versiones simplificadas y edulcoradas para NIÑOS, que ven esas películas ficticias y sueñan con ser princesas o príncipes para que después entren en la edad del pavo y se preocupen más por enseñar cachete con sus pantalones cortos.
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| Cenicienta - Valentin Cameron Prinsep |
Las películas mencionadas pertenecen a los años 30, 50... Serán medianamente recientes, pero hay que tener en cuenta que de un tiempo a esta parte la mentalidad ha cambiado mucho, tanto en la consideración de las mujeres y de su papel, como la libertad que estas tienen. Por lo que quizás en los años 30 estuviera de moda la princesa salvada, pero es que la cosa está en que a lo largo de los años la consideración de la princesa ha ido cambiando para llegar a convertirse en la princesa salvadora, como vemos en Encantada, o para tener otras tantas preocupaciones como ocurre con Mérida de Brave.
- Los dones de las princesas: Belleza, sumisión y una hermosa voz.
Y no solo eso, sino que además cuenta con el amparo de tres hadas madrinas que la bendicen con unos dones de lo más originales. ¿A que no adivináis cuáles son? Exacto: una belleza de infarto, una voz impresionante (como se ha visto, las princesas Disney bien podrían haberse dedicado a protagonizar musicales en Broadway) y me da que el tercero habría sido una capacidad especial para comunicarse con los animales (fundamentalmente con los pájaros) si no llega a ser porque la despechada Maléfica apareció justo a tiempo de evitarlo.
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Con La Sirenita (1989) el factor de la voz en la protagonista se vuelve tan relevante que por fin la vemos perteneciendo a un coro musical (¡después de tanto talento desperdiciado!), aprovechando la leyenda de fatales seductoras que estas criaturas marinas llevan tras de sí.
Y esto es volver a reincidir en lo mismo, aunque ya dejando de lado el hecho de que es una película para niños, siendo objetivos ¿Qué te va a resultar más agradable, el hecho de un dibujo de calidad o bien un intento de animación bastante cutre? Creo que todos sabemos la respuesta. Respecto a lo de la voz, si una película va a tener partes musicales (Que normalmente va a entonar la protagonista) es normal que tenga que ser una voz de calidad y agradable para el espectador.
Vale, están delgadas, con una buena figura e incluso con más de una curva ¿Y qué? Es que los dibujos son así, tú ves a las versiones humanizadas que hace la gente o incluso las propias de Disney World y otros parques y son normales, con sus vestidos de infarto, pero chicas normales más o menos agraciadas.
Sí que es verdad que voy a hacer un inciso en las revisiones que se han dado últimamente del aspecto de las princesas, repletas de brillantina y de ondas en el pelo, personalmente no entiendo ese cambio siendo que siempre han tenido aspecto con su aspecto primigenio.
En la publicidad a día de hoy (Y me remito, por ejemplo, a la nueva colección de Zara) nos ofrecen imágenes de mujeres con unas piernas más finas que un palillo chino, costillas incipientes y pechos que parecen masculinos ¿Eso es más bonito?
No estamos remitiendo a un pasado que ya queda lejos, donde, como ya he dicho, había una escala de valores completamente distintas, pero parémonos a pensar: Si nuestras mujeres de principios del XX no tuvieron problema en manifestarse por el sufragio femenino habiendo leído estos cuentos en su infancia, no veo porqué nuestra generación y las venideras iban a tenerlo por ver su versión animada.
