miércoles, 13 de julio de 2011

Día 8 - Tierra y Libertad

En momentos de desbordamiento es cuando más necesito uno de tus achuchones.
Tampoco desbordada, sino un poco agobiada, veamos:
- Tengo a una niña de unos 9 años que me somente a una especie de chantaje emocional diciéndome que repentinamente me quiere mucho y quiere hablar conmigo y tal y cual, muchacha, has tenido dos largos años para hablar conmigo de lo que quisieras. ¿Quién anda detrás de todo esto? Tenemos varios sospechosos, mi ex, el hermano de la susodicha niña o más bien un remix de todos. Sólo decir, y sé que nunca llegarán a leer esto, que este tipo de "actuación" me parece una de las cosasmás patéticas que he visto en mucho tiempo, que si la niña ha trazado este plan ella sola merece ser reconocida como genio incomprendido, y si lo ha trazado un chavala de 19 años, que madure, por lo que más quiera.
-  Tengo miradas que pesan clavadas en la espalda, y un cierto miedo a sus consecuencias. ¿Qué decir? Mi vida es mía y espero no tener que rendir cuentas a nadie.

Es un breve deshaogo que me turba en un día tan perfecto, un día especial entre tantos, un día entre 15, entre los que faltan, los que quedan. Ahora mismo sólo me "agobia" la idea de irme a la cama y no encontrarte entre las sábanas; de soñar, y no poder volar contigo; de que llegue mañana y no poder besarte; pero, cielo, ambos sabemos que ese beso es inevitable y que mañana nos veremos y que volveré a ahogarme en un mar de besos arrastrada por tus pupilas. Te quiero.

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