martes, 19 de julio de 2011

Día 10 - San Adrián Mártir, Patrón De Los Gilipollas

Querido diario:
Más que teclear aporreo cada una de las palabras que escribo, pues ahora mismo me encuentro en pleno estado de ira contenida y lo que más desería es tener frente a mí es a cierta persona para poder cruzarle la cara un par de veces a ver si a base de ostias le entra una mínima parte de conocimiento.
Queridos lectores, hoy ha sido un día completamente random, en mis manos tenía yo una camiseta (Que iba a ser el regalo de cumpleaños de mi ex) y que bueno, como lo dejamos antes de susodicha fecha, la camiseta se había convertido en algo inservible y que me había supuesto un gasto, solución: Venderla.
Finalmente mi ex me anunció su indignación al intentar yo venderla a personas que no fueran él y me dijo que se la quedaba por el módico precio de 20 maravillosos euros. Quedamos el lunes, pero casualmente no pudo venir en el último momento, el miércoles misteriosamente no le venía bien, así que hoy, martes 19, iba a ser el día de la transacción.
Que sorpresa la mía llegar un par de minutos tarde y ver que no había nadie, ¿Quiere hacerse el importante y llegar tarde a posta? ¿Ha perdido el bus? ¿O quizá me está plantando? Por supuesto que no, queridos, frente a mí una chica, la novia de una amiga, con la que pues nuestra relación no era de super amigas, pero oye, que iba bien la cosa. Sorpresa sorpresa, la envía mi ex a por la camiseta, me da mis amados 20 euros y me dice que si quiero explicaciones le pregunte a él, que ella no quiere meterse en medio, que no quiere malos royos, la entiendo, la ha metido aquí asi porque sí y la pobre moza ni siente ni padece, en fin...
Culmina la noche con una conversación por Tuenti: "¿Algo que decir?" "No" "¿Me das mi explicación de porqué no has venido a por la camiseta?" "No". Te estás coronando.
Finalmente me quedo sin explicación porque "él no cree que me importe", genial Adrián, fantástico, precioso, acojonante, cuando madures, aprendas modales y dejes de ser un impresentable, avísame, que te daré una palmadita en el hombro.

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